Compras Colectivas
En el mercado capitalista, toda compraventa es una negociación entre partes contrarias. Llamamos compra colectiva a la compra organizada en red con el objeto de conseguir mayor poder de negociación frente a las empresas capitalistas, la parte contraria.
A mayor fuerza de compra, más poder de negociación. Las empresas capitalistas ceden más fácilmente a las pretensiones de clientes con capacidad de comprar 10000 unidades de su producto que a las pretensiones de clientes con capacidad de comprar 100. Pero la fuerza de compra no es el único factor que incrementa el poder de negociación. La compra colectiva implica también un grado de organización de los consumidores y consumidoras. Y un colectivo organizado siempre representa una amenaza mayor para la empresa capitalista que el individuo aislado, porque dispone de más medios de defensa y ataque (cajas de resistencia para sostener acciones jurídicas, impagos coordinados, campañas públicas de desprestigio, presión política, boicots, sabotajes, etc).
La utilidad inmediata de la compra colectiva es la obtención de descuentos en los precios. Pero la compra colectiva como herramienta del consumo revolucionario tiene muchos más usos: control del impacto ambiental en los procesos de fabricación y distribución, mejora de la calidad de los productos y servicios, defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras asalariadas, etc. A una escala suficiente, la compra colectiva masiva puede usarse incluso para quebrar empresas (por ejemplo, alcanzando volúmenes de facturación que generen estados de dependencia e interrumpiendo de golpe las compras y los pagos).
El grupo de consumo La Granada ha acordado organizar compras colectivas a empresas capitalistas de productos o servicios necesarios que no se encuentren en el ámbito autogestionario, con los siguientes objetivos:
- A corto plazo, conseguir capacidad de negociación con las empresas capitalistas para influir en los precios.
- A medio plazo, conseguir capacidad de negociación con las empresas capitalistas para influir en la calidad de los productos y servicios, impacto ambiental, condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, etc.
- A medio/largo plazo, conseguir suficiente fuerza de compra para impulsar y sostener proyectos productivos autogestionados en sectores dominados por empresas capitalistas.
- A largo plazo, ir materializando en el contexto actual un avance gradual en los modelos económicos de aspiración transformadora que están a nuestra disposición, de forma que partiendo de una autogestión dispersa o tendiente a modelos colectivizados más avanzados, podamos finalmente dar un paso más y aspirar a realizar el comunismo libertario.
El comunismo libertario propone la abolición de la propiedad privada, el dinero, el salario y las clases sociales mediante la puesta en común tanto de los medios de producción como de lo producido, generando una sociedad igualitaria, fraternal y sin estado donde sus participantes fueran libres de contribuir a la producción según sus capacidades y distribuir la riqueza en función de sus necesidades por sí mismxs determinadas, pudiendo organizar horizontalmente y por libre asociación el engranaje económico.