Grupo de consumo combativo: creación y funcionamiento.

A lo largo de este documento vamos a tratar la creación y gestión de un Grupo de Consumo autogestionado, por tanto, desde una óptica horizontal y contraria al capitalismo, de ahí que empleemos el adjetivo combativo para su definición.

ÍNDICE DE CONTENIDOS

¿Qué es un grupo de consumo?

Un grupo de consumo lo forman personas que buscan un modelo de consumo alternativo, organizado colectivamente, con un objetivo transformador en mente, el cual está basado en criterios sociales y ambientales.

Lo normal es que adquiera productos alimenticios de forma regular, por lo general ecológicos, de temporada y cercanía, como verduras frescas, frutas, legumbres, etc, pero también productos de limpieza e incluso servicios.

Los grupos de consumo pueden estar formados sólo por consumidoras, o por consumidoras y productoras en el mismo grupo. La variedad de opciones es heterogénea al encontrarnos ante una fórmula de consumo que pone el acento sobre las personas mismas.

 

Beneficios de un Grupo de Consumo.

Si estás leyendo esto seguro que te rondan preocupaciones sociales y medioambientales, y te preguntarás ¿qué beneficios trae la organización del consumo?, ¿en qué favorece a los procesos de transformación social?, y ¿en lo personal?

Veamos algunos ejemplos:

Se contribuye a un consumo más justo y equitativo, manteniendo una relación entre consumidora y productora lo más directa posible. Esto permite conocer y tener en cuenta las necesidades de ambas partes.
Al conocer directamente a las productoras,  se corrige la escisión entre productoras y consumidoras, ese síndrome “Jekyll y Hide” provocado por el capitalismo que nos escinde incluso a nosotras mismas (trabajadoras explotadas de día, consumidoras desaforadas de noche).
Eliminamos intermediarios que elevan el precio de los alimentos de forma innecesaria.
Optar por una economía local y ecológica, ayuda a revitalizar las huertas y proyectos productivos de la región, favoreciéndose un uso sostenible de la tierra y disminuyendo la concentración monopolista que sobre el medio rural ejercen grandes productores y multinacionales.
Consumir productos ecológicos, frescos y madurados naturalmente, que no han sido conservados ni transportados durante largos periodos, aportan una dieta saludable con el máximo de nutrientes.
Además se evitan los peligros para la salud que traen los abonos químicos y pesticidas industriales, propios de la producción masiva y mercantilizada de alimentos.
Se tiene acceso a productos de variedades locales y poco comunes en el circuito oficial, algo muy importante para preservar la biodiversidad de cultivos y semillas autóctonas.
Su carácter de cercanía regenera las relaciones comunitarias a nivel barrial, permite conocer a gente de nuestro barrio o pueblo, fortaleciendo los lazos entre personas que de otra manera se verían abocadas a la soledad del consumidor capitalista.
Dota las relaciones sociales de carácter solidario e inclusivo, nos implica a todas, sin excepción, pues todas consumimos con independencia de nuestra edad, estado de salud, situación laboral, etc.
Proporciona cotas de autonomía y capacidad de decisión a las personas, la cuales retoman el timón de una parte fundamental de sus vidas, el consumo. Este empoderamiento les permite participar, decidir y elegir por si mismas, poniendo en práctica mecanismos de democracia directa en sus vidas.

En resumen, la lucha por un consumo combativo, no requiere grandes sacrificios ni entraña riesgos. Es una desobediencia a lo establecido sin consecuencias legales pero sí tremendamente políticas.

Que caracteriza a un grupo de consumo combativo.

Y porque nos decimos combativo, o si lo prefieres, autogestionado, que cosas nos caracterizan:

Ecologismo anticapitalista (o anticapitalismo ecologista). Esta unión conceptual es irrenunciable, dado que el capitalismo es incompatible con la ecología por lo siguiente:

  • Expropia y privatiza el medio de producción principal, la tierra.
  • Hurta la capacidad de decisión de las trabajadoras sobre la tierra que trabajan y sobre el producto de su trabajo.
  • La tierra y su producto se convierte en mercancía, a la que quiere sacar el máximo rendimiento al menor coste.
  • Se basa en la falacia suicida de que el crecimiento exponencial es posible en un mundo de recursos finitos, y encima lo hace sobre planteamientos economicistas que dejan de lado cualquier consideración medioambiental.

Desvinculación progresiva de las empresas capitalistas y el estado, mediante la relación directa con productoras de bienes y servicios autogestionados.

Si la desvinculación no es posible, se pueden organizar compras colectivas que a corto plazo procuren una capacidad de negociación en los precios y a medio plazo sirvan para influir en la calidad de los productos y servicios, impacto medioambiental, condiciones laborales de las trabajadoras, etc. Siempre sin perder de vista el objetivo final de alcanzar la fuerza suficiente para impulsar y sostener proyectos autogestionados en sectores dominados por empresas capitalistas, haciendo posible la desvinculación.

Promoción del asociacionismo. Conscientes de que no hay revolución sin libre asociacionismo, profundizan constantemente en el proceso de creación de nuevos grupos, redes, federaciones, etc., difundiendo sus ideas y compartiendo sus recursos.

Horizontalidad. Asambleas de personas que libremente se asocian y deciden de forma igualitaria y no jerárquica. Donde el consenso permite tener en cuenta las sensibilidades de todas las integrantes. Por esta razón rechazan la intrusión en sus Asambleas de personas que ejerzan autoridad o representen a otras personas sin su permiso, tales como miembros de fuerzas del orden “público”, cargos electos municipales, autonómicos o estatales, representantes o cargos de sectas religiosas, patrones, etc.

Antiestatismo. A nadie se le escapa que el estado supone la negación de todo lo anteriormente citado, va contra los principios autogestionarios de libre asociación y no delegación y es un baluarte en la defensa del capitalismo mediante su legitimación social y una furibunda defensa coercitiva y legal.

El objetivo final de los grupos de consumo combativos sería la Autogestión generalizada de la sociedad. En el plano económico, esto supondría la autogestión de la producción, la distribución, el consumo y hasta del medio de cambio.

En lo que al consumo se refiere, la autogestión generalizada supone:

  • Producción en armonía con las necesidades sociales y de la naturaleza.
  • Planificación colectiva, asamblearia y racional del consumo: No una planificación supuestamente espontánea (la mano invisible del mercado) ni una planificación estatal.
  • Consumo orientado a la satisfacción de necesidades, no a la creación de necesidades artificiales.

 

Como crear un grupo de consumo

Bueno, si a estas alturas te pica el gusanillo y quieres poner en práctica un grupo de consumo, ahí van una serie de consejos prácticos.

Que necesitamos

Lo fundamental es compañeras dispuestas a empezar, no hace falta una multitud, un grupo de consumo empieza a ser viable con 6 o 7 unidades (ya sean de 1 o varias personas) e intentar crecer a partir de ahí. A partir de 25 unidades la gestión se dificulta, es mejor tener 2 grupos de 15 personas que 1 de 30. Podríais repartir en días distintos u otras soluciones.

Proveedores. Principalmente de verdura, al ser lo más consumido por regla general. En nuestra web tenemos una lista de los proveedores de La Granada, que si sois de nuestra zona os puede ser de utilidad.

Un mecanismo para realizar y gestionar los pedidos del grupo. Podría valer una Excel, pero lo mejor es utilizar una aplicación informática creada para tal finalidad, recomendamos karakolas, que además es software libre.

Un medio de comunicación grupal, por ejemplo una lista de correo. La Granada usa RiseUp, que proporciona herramientas de comunicación online para gente y grupos que luchan por la transformación social.

Local para el reparto. Dado que un grupo de consumo usa muy poco un espacio, lo mejor es preguntar y solicitar uno en vuestro centro social okupado más cercano, a los movimientos sociales de la zona e incluso al tejido asociativo barrial, siempre se encuentra una solución que nos evite tener que gastar dinero por un local.

Aparejos. Lo más básico para empezar es una báscula. También unas cajas donde poner las cosas de cada unidad durante el reparto se hace mas que recomendable. Según las necesidades, puede ser necesaria una neverita.

Acuerdos Fundacionales

Dedicar un tiempo a decidir y poner en consenso como pensáis que deba ser y organizarse vuestro grupo de consumo.

Los acuerdos fundacionales, deberían contemplar:

  • Objetivos.
  • Requisitos de admisión.
  • Órgano de decisión (ej: asamblea).
  • Sistema de decisión (ej: consenso)
  • Administración del grupo (ej: rotación de tareas, reparto, grupos de trabajo, administrar los recursos como la lista de correo, etc).
  • Compromisos de las integrantes.
  • Criterios de selección de productos y productores.

Por si sirve de orientación, aquí tenéis nuestros acuerdos fundacionales como La Granada.

Acuerdos sobre el funcionamiento.

  • Periodicidad de los repartos.
  • Plazos para abrir y cerrar pedidos.
  • Documentación de los procesos y acuerdos.
  • Como se tramitan los pedidos a productores. Normalmente cada productor tiene su propio mecanismo y habrá que ir agregándolo a los documentos del grupo. Si usas karakolas.org, puede que los productores ya figuren dentro y te ahorres esta parte.
  • Recepción de los productos.
  • Tesorería (contabilidad, formas de pago, etc).
  • Cuestionario para productoras. Cuando se sabe de una productora interesante, es buena idea mandarle un cuestionario con diversas preguntas acerca de su proyecto, para así saber si dicho proyecto se adecua a lo que el grupo esta buscando.

 

Funcionamiento de la Granada

Llegados a este punto, pensamos que lo mas didáctico, es contaros nuestra operativa como grupo, para que tengáis un ejemplo real de funcionamiento.

Para empezar, unas pinceladas a grosso modo:

La Granada somos varias unidades, cada unidad puede ser de 1 única persona o de varias (parejas, familias, amigas).

Lo decidimos todo mediante asamblea y por consenso, pues pensamos en el grupo de consumo como un espacio de afinidad con un objetivo compartido.

Cada 15 días, los martes, repartimos por las tardes en nuestro local de c/ monederos (barrio de Usera, Madrid).

Acordamos en asamblea como nos gustaría ser y funcionar, ¿recordáis eso de los acuerdos fundacionales? La asamblea es soberana y todo es objeto de debate y modificación. Así nos definimos ahora:

Nuestros criterios del grupo para seleccionar proveedores.

  1. Autogestionados.
    1. Proyectos pertenecientes a las redes donde participemos.
    2. Proyectos afines al grupo (entendiendo afinidad por el carácter/finalidad revolucionaria).
  2. Proyectos familiares y cooperativas sin asalariadas.

Prioridad de los proveedores según el tipo de pago.

  1. Moneda social o trueque.
  2. Sólo en Euros.

Prioridad para seleccionar productos en nuestro grupo.

  1. Ecológicos.
    1. Confianza en la productora.
    2. Certificación colectiva.
    3. Sello ecológico.
  2. Producción integrada.
  3. No ecológico (tratándose de alimentos, sólo si no hay alternativa ecológica).

Por último unos criterios más.

  • Venta directa (sin intermediarias).
  • Circuito de comercialización corto (mínimas intermediarias).
  • Cercanía del producto (menor impacto ecológico).
  • Relación con la productora y trato directo (afinidad).
  • Calidad del producto (sabor, materiales, trazabilidad).
  • Primar productos de temporada en alimentos.
  • Búsqueda de compromiso entre productora y grupo.
  • Primar el menor impacto ecológico (embalajes, transportes, métodos, materiales, consumos).

El Reparto

Las unidades están dadas de alta en la aplicación web de karakolas. Dicha web nos permite gestionar las productoras y sus productos, así como llevar la contabilidad y realizar los pedidos de cada unidad, basta con marcar que quieres de cada cosa.

Esto facilita muchísimo las cosas, de ahí que recomendemos su uso. Las más veteranas del grupo recuerdan horribles experiencias con Excel interminables compartidas por internet, que siempre estaban desactualizadas y se rompían con una facilidad extrema.

Una unidad se encarga de gestionar el reparto quincenal. Esta labor es rotativa entre todas las unidades, excepto para aquella unidad que ejerce de secretaría.

La unidad de secretaría, también es rotativa y está exenta de gestionar repartos durante el periodo que le toque (6 meses). Su función es encargase de responder los mails dirigidos al grupo, contactar con otros grupos y productores nuevos, enseñar y explicar el grupo a gente nueva que quiere participar y cosas similares.

Como repartimos los martes cada 15 días, la unidad que gestiona el reparto lo cierra el jueves anterior a la fecha del reparto, es decir, ya no se podrá pedir más a partir de ese día. Así damos tiempo a la unidad a enviar a las productoras el pedido y las productoras a prepararlo.

Es normal que algunas productoras tengan pedidos mínimos, en tal caso sino llegamos al mínimo, no se les envía. Aunque para solventar esto nos aliamos con otros grupos hermanos y entre ambos llegamos a mínimos siempre.

El día del reparto la unidad (o unidades, si requieren ayuda) que se encarga, va al local antes que el resto para recibir los productos, y los va separando en cajas con el número de cada unidad. La tónica general y lógica es que según van llegando las unidades todas se ponen a ayudarla.

El Bote del Grupo.

Finalmente las unidades recogen sus productos y aportan dinero al bote del grupo. ¿qué es eso del bote? Nuestro grupo funciona con un bote, donde cada unidad aporta y se le anota en su cuenta informática, de esa manera se va descontando de su saldo lo que adquiera.

Así evitamos tener que estar pagando la parte exacta en cada pedido, que trae muchos problemas:

  • Nunca hay cambio exacto para las unidades.
  • Nunca hay cambio exacto para las productoras.
  • Quien hace el reparto no tiene dinero suficiente o debe adelantarlo a las productoras que cobran in situ.
  • Si una unidad una semana no tiene dinero, no haría el pedido, sin embargo gracias al bote puede seguir adquiriendo su comida porque el grupo se convierte en una herramienta de solidaridad.

De esta manera, se pone dinero al bote, haciendo una previsión de lo que se pedirá, normalmente al alza para que el bote sea efectivo.

Finalización del reparto.

La unidad que hace el reparto, cerrará la contabilidad en la aplicación web, por si ha habido incidencias (no vino tal o cual producto, errores, etc).

Para finalizar, se pasa el bote y llave del local (si aun no la tiene) a la unidad encargada del próximo reparto, que tendrá que habilitar en la aplicación web la posibilidad de pedir para la siguiente fecha de reparto. El ciclo vuelve a ponerse en marcha: pedir, enviar pedido a productores, reparto, contabilidad, rotación.

No sólo de repartos vive el grupo

Aunque el reparto es lo esencial del grupo, hay otras actividades, como organizar asambleas cuando hay propuestas nuevas, tanto de actividades como de nuevos productores o productos.

Para evitar la carga de asambleas excesivas, tratamos de decidir después de los repartos. Sino están todas las unidades, no es un problema, porque todo lo acordado se dice por la lista de correo y puede ser llevado nuevamente a asamblea, recordar, somos un grupo horizontal por consenso.

Además si se trata de productos no perecederos (cerveza, legumbres…), tratamos de pedir en grandes cantidades (bendito bote) para tenerlo en stock en el local, y así reducir los viajes de la productora y rebajar la huella ecológica de lo que consumimos.

Algunas unidades usan la moneda social La Canica, dado que algunas productoras la aceptan.
Organizamos actividades propias o en conjunto con otros grupos y colectivos, tanto de temática agroecológica como social.

Realizamos visitas a productoras, para conocerlas a ellas y ver de donde viene lo que comemos.

Debatimos, nos contamos nuestra vida, caen algunas cervezas y nos apoyamos entre todas lo más que podemos, porque si algo rechazamos del consumo capitalista, es la deshumanización y atomización a la que lleva a las personas. No entendemos la organización del consumo sin el fortalecimiento de la comunidad.

Sin duda se quedarán muchas cosas en el tintero, pero lo importante no es calcar nuestra experiencia, sino que cada grupo cree la suya propia, sólo esperamos haber contribuido a ello con nuestra visión y funcionamiento como grupo.